¿Qué es la logística del frío?
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El transporte de mercancías a temperatura ambiente -mercancía seca, como se suele denominar- suele ser de por sí un negocio complicado, pero, ¿te has preguntado alguna vez cómo funciona el transporte de mercancías refrigeradas? Mantener la cadena de frío a lo largo del transporte requiere unos contenedores especiales, diferentes dependiendo de la mercancía, del medio de transporte, del tiempo y de la distancia. Podríamos decir que la logística del frío es el transporte de mercancías a una temperatura más o menos constante.

Para empezar deberemos hacer una distinción entre mercancía refrigerada y congelada. La congelación se produce normalmente a temperaturas inferiores a 0 grados Celsius. Mientras que se considera que la mercancía refrigerada se suele transportar de 1 a 10 grados aproximadamente.

Así pues, según el medio de transporte:

Marítimo: Como sabemos el transporte marítimo es tiene una duración de días, en ocasiones semanas. Por este motivo los contenedores refrigerados o “reefer” suelen venir equipados con una capa aislante y un equipo compresor para mantener una temperatura constante, seleccionada en función de la mercancía. Además de la temperatura existen otros parámetros que se pueden regular en un contenedor tales como humedad y la ventilación, para evitar que la condensación de humedad pueda estropear determinados productos. Algunos contenedores son capaces de mantener la temperatura a 60 grados bajo cero para algunos tipos de pescado muy caros. Sorprendente, ¿no?

Terrestre: El transporte terrestre de mercancía refrigerada puede hacerse en menos de un día en camión, y no suele exceder de cuatro o cinco días. Existen camiones con remoleque equipados con similares características a las que tiene un equipo reefer. Sin embargo, hay muchos casos en los que la mercancía viaja sin un equipo de refrigeración. Supongamos por ejemplo que queremos transportar una caja de 30 kilos de medicamentos dentro de un camión, conjuntamente con otras mercancías. O que queremos transportar varios paquetes pequeños dentro del mismo camión a diferentes temperaturas. En casos como estos necesitaremos posiblemente cajas de embalaje isotérmicas que no refrigeren, pero sí mantengan la temperatura del producto durante un período suficiente de tiempo para llevar a cabo el transporte con éxito. Este tipo de contenedores aislantes también protegen a la mercancía de un posible choque térmico, esto es, un cambio de temperatura brusco que pueda dañarlo irreparablemente. En algunos casos las cajas pueden ir acompañadas de hielo u otras sustancias refrigerantes. Existen empresas especializadas en este tipo de receptáculos isotérmicos como embaleo.es. Hablamos en este caso de transportes de una duración no excesivamente elevada.

Aéreo: El transporte refrigerado en transporte aéreo se hace casi siempre en cajas isotérmicas. Los aviones no tienen “enchufes” como los barcos portacontenedores, que puedan alimentar un compresor, y por ello  son muy raras de ver mercancias refrigeradas en contenedores especiales con compresor. Estas mercancias mantienen su temperatura durante un tiempo gracias a un refrigerador con batería, pero su coste es muy elevado.

Si quieres que tu mercancía refrigerada o congelada llegue a salvo a su destino, busca siempre un buen socio para llevar a cabo el transporte y selecciona embalajes de primera calidad.


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