Atrás parecen haber quedado los años de la crisis en el mercado inmobiliario, un sector de inversión que vuelve con más fuerza que nunca, desde hace aproximadamente uno o dos años. El que siempre ha sido uno de los valores refugio por excelencia vuelve a brillar otra vez. En realidad el inmobiliario nunca se ha ido, ya que desde el año 2008 el precio de muchos residenciales de lujo -digamos, por ejemplo, el Barrio Salamanca en Madrid- han aumentando de precio hasta hoy.
Evidentemente no todas las inversiones inmobiliarias son iguales: El mercado del lujo, o de alta calidad si así lo prefiere, es acíclico y supone habitualmente una mayor garantía que otra clase de propiedades. La posibilidad de revalorizar un apartamento en el centro de Madrid no es la misma que la de un chalet en las afueras de una pequeña ciudad. Para acertar y garantizarse una alta rentabilidad lo mejor es dejarse orientar por un asesor inmobiliario, que le informará sobre las mejores opciones para invertir su dinero, o tal vez simplemente le ayudará a construir el hogar de sus sueños con su familia.
A tal efecto es aconsejable encontrar una empresa inmobiliaria de confianza que le guíe a través de todo el proceso de selección, decisión y compra, ya desee usted invertir en bienes residenciales o comerciales. Y si lo que desea es diversificar riesgos entre diferentes países uno de los aspectos más importantes es encontrar una empresa internacionalizada. No importa si desea adquirir pisos obra nueva barcelona o propiedades en Nueva York, París, Hong Kong o Roma. Necesitará profesionales que le faciliten la información necesaria para que su transacción se realice de una manera segura. Alguien que le asesore en cualquier duda sobre el marco legal y fiscal del país, el registro de la propiedad, la financiación e incluso las posibles reformas.
Tras un superciclo alcista de más de veinte años, que empezó en los años ’80 y concluyó en 2008, el mercado se ha desplomado en el último decenio. En 2016 y 2017 la tendencia parece haberse invertido y existen numerosos indicadores positivos, particularmente en el precio de la vivienda, que señalan que nos podemos encontrar ante una recuperación sólida y real. Esta puede ser una nueva oportunidad para no perderse el nuevo tren del mercado inmobiliario. En el caso en que nos encontráramos ante un nuevo gran ciclo alcista, los inversores desearán ser los primeros y no de los últimos en unirse al mercado.
