En el mundo empresarial, desde la crisis mundial de 2008 ha sido complicado y caro obtener financiación para el desarrollo normal de una actividad comercial, y cuando se ha conseguido, frecuentemente ha sido a cambio de unos tipos de interés muy elevados. Esto ha dificultado el funcionamiento de la economía de las empresas a nivel mundial, y de manera secundaria, también la economía de los gobiernos y las familias.
En este tiempo, han surgido nuevas formas de financiación que dan solución a la falta de disponibilidad de los créditos. Además, gracias a la presión competitiva y a la mejora general de la economía, el coste de los créditos se ha abaratado considerablemente y ya son instrumentos mucho más accesibles.
En lo que se refiere a operaciones internacionales son habituales las líneas de entidades de crédito canalizadas a través de una institución pública como es del Instituto de Crédito Oficial.
Ante el riesgo de impago, también han aparecido instrumentos
financieros para mejorar la liquidez que también incluyen garantías de cobro en determinadas transacciones empresariales. Estos ayudan a mitigar los riesgos de impago:
– Factoring: se trata de un instrumento financiero donde la empresa recibe de manera anticipada
el cobro de sus facturas a cambio de una tarifa determinada o porcentaje
sobre el total de las mismas. En el factoring el cliente cede sus
créditos a una entidad financiera, que pasará a ser titular de los derechos de cobro. De esta manera se aumenta la liquidez y se protege frente al riesgo de insolvencia.
– Forfaiting: se trata de un instrumento financiero muy empleado en la exportación. Se suele definir como “descuento sin recurso de los derechos de cobro”. Se trata de otro instrumento para adelantar el pago de facturas, con lo que aumenta la liquidez, elimina el riesgo comercial y político y por último, el riesgo de cambio. Como en el caso del factoring, sólo estará disponible para el
pago de facturas de clientes de muy alta calidad crediticia.
– Confirming: es un instrumento financiero para el anticipo sin recurso del cobro de determinadas facturas, en la fecha de vencimiento de las mismas. En esencia es un cheque o un pagaré usado para agilizar todos los trámites administrativos.
– Seguro de cobro: tal vez el sistema más sencillo de entender por nuestra relación cotidiana con los seguros: pagar una prima anual para asegurarnos frente a un posible impago.
Otra opción muy útil para muchas empresas y particulares es la financiación de forma inmediata, que ofrece créditos rápidos y seguros que permiten satisfacer inmediatamente sus necesidades generales de liquidez, realizar pequeñas inversiones o incluso financiar operaciones puntuales.
Como se puede observar, las formulas son muchas. Cada una con unos matices diferentes, pero sin duda el factor determinante es tener un nivel de liquidez alto para suavizar cualquier relación y sobrellevar cualquier sobresalto. La ironía de tener la solución para evitar el problema.
Que la crisis no pare la economía de tu empresa.