El product placement, también conocido como publicidad por emplazamiento, es una técnica publicitaria consistente en la introducción de un determinado producto o marca en un ámbito concreto, dentro del desarrollo de una película, serie de televisión o similar, ya sea utilizado por los actores, mencionado, mostrado de fondo… El objetivo de la publicidad por emplazamiento es dar a conocer un producto sin que parezca que es publicidad. Se trata de una forma de marketing muy utilizada en los medios de comunicación audiovisuales, como el cine, series de televisión, videojuegos, videoclips… Es probable que ahora mismo no recuerdes haber visto publicidad de este tipo, pero seguro que si te decimos que cada vez que en una película o serie el protagonista se toma una Coca-Cola, conduce un coche en concreto o come en un restaurante determinado, se trata de lo que conocemos como el “product placement”, entonces te darás cuenta de que lo has visto en muchas ocasiones.
¿Por qué surge el product placement?
En una sociedad en constante cambio y movimiento, lo más importante es no dejar nunca de avanzar. Hay que evitar estancarse y encontrar nuevas formas de hacer lo mismo, es decir, reinventarse. En la actualidad, en el campo de la publicidad se ha llegado a un punto en el que lo que se está consiguiendo es cansar al público. Está por todas partes: anuncios en televisión, banners en Internet, campañas a toda página en revistas y periódicos, los anuncios de las marquesinas en las paradas de autobús… Hoy en día, existe tal saturación de publicidad que en lugar de lograr el objetivo principal, lo único que se consigue es cansar al receptor de la misma. Y si no, que levante la mano quien no haya aprovechado una pausa publicitaria para ir al baño, hablar por teléfono o jugar a algo. Y no solo eso, sino que también han surgido a lo largo de los últimos años otros medios de consumir contenido, como la descarga de contenidos digitales desde dispositivos electrónicos, por lo que surge la necesidad de hacer publicidad de un modo distinto en el que esta se pueda mostrar con independencia del formato. Por ello, los publicistas se han visto en la necesidad de encontrar nuevas formas de hacer publicidad, y una de ellas es el mencionado product placement. Los publicistas se dieron cuenta de que una forma de lograr que el espectador viese la publicidad y recibiese un determinado mensaje, era insertar el anuncio en medio de la película de tal modo que no se diese cuenta de que estaba viendo publicidad. Para ello, decidieron comenzar a mostrar los productos a anunciar dentro del medio en el que iba a ser anunciado, sin cortes de ningún tipo y procurando que no resultase muy forzado.
Existen varios tipos de product placement dependiendo del modo en el que es mostrado el producto:
- Pasivo: La publicidad por emplazamiento es pasiva cuando el producto está presente en la escena, pero en ningún momento se le menciona ni se interactúa con él. Por ejemplo, puede aparecer al fondo de una escena una determinada tienda de ropa o un producto encima de la mesa.
- Activo: El product placement es activo cuando el producto está presente en la escena y los protagonistas interactúan de algún modo con él, aunque sin llegar a mencionarlo en ningún momento.
- Activo con mención: En algún momento, algún personaje nombra la marca del producto.
- Activo con alusión: El personaje dedica parte de su diálogo a nombrar alguna cualidad a destacar del producto.
Sin duda, el product placement es un mecanismo publicitario altamente efectivo, y es que la mayoría de las personas solemos sentirnos identificadas con los protagonistas de las películas o series de un modo u otro, por lo que, si el personaje principal utiliza o tiene un determinado móvil, reloj, ordenador u coche, tendemos a sentir una determinada atracción por el producto.
Por Sergio Asenjo.