Hoy en día estamos cada vez más habituados a escuchar hablar acerca de pequeñas startups y los éxitos que las rodean. Recordando el concepto de startup, estas pueden definirse como pequeñas empresas de nueva creación que cuentan con enormes posibilidades de éxito y crecimiento. Suelen estar generalmente relacionadas con el mundo de internet, debido sobre todo a los escasos costes necesarios para ponerlas en marcha, así como a las enormes posibilidades que ofrece este medio. Ahora que este tipo de empresas están demostrando ser un modelo de negocio totalmente rentable, no está de mas recordar alguno de los servicios que utilizamos diario y que fueron startups en su día.
Instagram. La conocida aplicación y red social de fotografías, cuya principal característica diferenciadora es la posibilidad de aplicar diversos filtros a nuestras instantáneas (estas últimas con una característica forma cuadrada, similar a la de las típicas Polaroid de los años sesenta) fue creada por Kevin Systrom y Mike Krieger y lanzada en octubre de 2010. Su éxito fue repentino, y tan solo dos años después de su creación fue comprada por el gigante Facebook por la asombrosa cifra de 1.000 millones de dólares. El crecimiento de Instagram ha sido realmente rápido desde el principio: tan solo habían pasado dos meses desde su puesta en marcha y ya había logrado la asombrosa cifra de un millón de usuarios. Hoy en día, con 150 millones de usuarios activos mensuales y 55 mil millones de fotos compartidas a diario, no cabe duda alguna de que se trata de todo un éxito digno de admirar.
Pinterest. Esta curiosa red social nació hace ya casi cuatro años, en marzo de 2010, de la mano de sus tres fundadores: Paul Sciarra, Evan Sharp y Ben Silbermann. Su principal utilidad es la de almacenar diferentes imágenes y vídeos en tablones personales, agrupando de este modo todo el contenido que queramos en colecciones diferenciadas por su temática. Por ilustrarlo de algún modo, realmente es muy similar al típico tablón de corcho en el que colgamos diferentes fotografías y recortes. Las categorías más populares de este sitio web son las de hogar, viajes, moda, diseño y comida. A modo de curiosidad, la mayor parte de esta red social son mujeres. Aunque su crecimiento no haya sido tan espectacular como el de Instagram, su éxito y relevancia son también indiscutibles: a los nueve meses de su lanzamiento contaba ya con 10.000 usuarios registrados, lo que le ha llevado a convertirse en el vigésimo octavo sitio web más visitado del mundo según el ranking de Alexa.
Twitter. El conocidísimo servicio de microblogging, nacido a mediados de 2006, ha pasado de ser una simple idea de la mano de su CEO Jack Dorsey a convertirse en la red social favorita de millones de personas alrededor de mundo, otorgándole el undécimo puesto en el ranking Alexa de las webs más visitadas del planeta. El proyecto surgió tras el fracaso de otra idea anterior, consistente en una plataforma de podcasts que fue eclipsada por el lanzamiento de iTunes por parte de Apple. Con unos 200 millones de usuarios activos y más de 2.000 empleados, se trata a pesar de ello de una empresa que aún no genera beneficios. De hecho, sufre perdidas millonarias. Aún así, su relevancia es enorme y se espera que su modelo de negocio, basado en la publicidad, le haga crecer en el futuro. Desde finales del 2013 cotiza en bolsa.
Facebook. Todos conocemos ya la asombrosa historia de Facebook y Mark Zuckerberg, el más conocido de sus co-fundadores. Con tal solo 29 años ha pasado de ser un simple estudiante de Harvard al multimillonario más joven del planeta. Resulta curioso que hace tan solo diez años Facebook se tratase de un sitio web para los estudiantes de la universidad de Harvard, y que se haya expandido hasta convertirse en el segundo sitio web más visitado del mundo, tan solo por detrás del gigante de la informática Google. Cuenta con más de 1.200 millones de usuarios registrados y cotiza en bolsa desde hace cerca de dos años. Además, Zuckerberg puede presumir de ser uno de los afortunados en contar con una película sobre su vida a su corta edad, “La red social”, toda una fuente de inspiración.
En definitiva, no cabe duda de que para conseguir el éxito no es necesario tener montones de dinero o grandes influencias. Tan solo hace falta una idea y ganas de prosperar.
Por Sergio Asenjo.
