Desde hace varios años la industria de los ordenadores personales viene experimentando un continuo descenso de las ventas de PCs, que se ha puesto aún más de manifiesto con la reciente publicación de los análisis -realizados por IDC y Gartner- de las ventas de ordenadores durante el año 2013, en las que se ha llegado a la conclusión de que nos encontramos antes el descenso más drástico de la historia en este mercado, con una reducción de ventas de alrededor del 10%, llegando hasta cifras que no se registraban desde hacía cinco años, en el 2009. Por lo tanto, no cabe duda de que estamos ante una época difícil para el mercado de los ordenadores personales, pero, ¿a que se debe este drástico y continuado descenso de estas cifras?
El motivo principal de esta pérdida de interés por los ordenadores personales tiene su origen en el momento en el que las tablets empezaron a inundar las grandes superficies y el gran público se empezó a interesar por ellas. Hoy en día, la mayor parte de los usuarios tan solo quieren dar un uso básico a sus ordenadores: jugar a algún juego, consultar las redes sociales, ver algún vídeo y escuchar algo de música. El éxito de las tablets reside principalmente en que pueden hacerse sin problemas todas estas tareas, y en algunas ocasiones, de forma más cómoda que en un ordenador, por lo que cumplen con creces las necesidades de una gran parte de los usuarios de PCs en la actualidad. Teniendo en cuenta su portabilidad, gran autonomía y reducido precio en comparación a un ordenador, es lógico que esta clase de público se decante por estos dispositivos. De hecho, hoy en día podemos encontrar tablets de gama baja por menos de 100€, que además, consiguen que usuarios que jamás comprarían un PC adquieran uno de estos dispositivos, y es que cada vez es más común ver a personas mayores con esta clase de terminales, que de otro modo, no se atreverían a acercarse al mundo de internet.
¿Moda o futuro?
Realmente, no hay duda de que la tecnología está evolucionando a pasos agigantados y de que estamos practicamente -si no hemos llegado ya- en la denominada era post-pc, en la que el ordenador como tal queda relegado a tareas más concretas y pesadas de hacer, mientras que para todo lo demás utilizamos dispositivos móviles con acceso a internet como tablets y smartphones.
Esta tendencia de mercado, que implica necesariamente un descenso de las ventas de ordenadores en favor de los dispositivos móviles, no está relacionada como mucha gente cree, con el fin de los ordenadores personales. En realidad, esto es prácticamente imposible que ocurra, al menos en un futuro cercano. De hecho, a pesar de las cifras comentadas, un analista de Gartner ha asegurado que mercados como el estadounidense han tocado ya fondo y que a partir de ahora las ventas sólo pueden volver a subir, por lo que, si bien los PCs se van a ver algo desplazados, el auge del resto de dispositivos móviles no va a significar su fin inmediato. Por lo tanto, al menos por ahora, imaginarnos una oficina bancaria en la que todos los trabajadores utilicen una tablet es poco menos que ciencia ficción.
Por Sergio Asenjo.