Es más que probable que en alguna ocasión hayas oído hablar de la procrastinación, pero también es posible que no tengas muy claro en que consiste realmente. Pues bien, la procrastinación es la costumbre de aplazar una vez tras otra las tareas pendientes y, en lugar de hacerlas, sustituirlas por otras acciones mucho menos importantes y que tan solo suponen una pérdida de tiempo.
¿Te has encontrado alguna vez sabiendo que tienes que hacer algo pero terminas retrasándolo continuamente? Si cada vez que tienes que afrontar algo importante te pones excusas del tipo: “no pasa nada si lo dejo para mañana”, “veo un capítulo de esta serie y lo hago” o “primero voy a tomarme un café” es probable que seas un procrastinador y ni siquiera lo sepas. Según muchos expertos el auge de internet ha contribuido en gran medida a la expansión de este mal hábito que tan perjudicial es en nuestras vidas. La necesidad de estar constantemente conectados nos hace desconectar de lo que realmente es importante, por lo que si sueles trabajar con un ordenador tienes más posibilidades de procrastinar que otras personas. Esta evasión de las responsabilidades puede ir a más si no se detiene a tiempo, por lo que en este artículo vamos a tratar de daros algunos consejos para vencer a la procrastinación:
- Hazlo ahora. Sabes bien que tienes cosas que hacer y que estar en el sofá viendo la tele o jugando a Candy Crush en el móvil no es tan importante, pero por alguna extraña razón, ves imposible ponerte ahora a redactar ese informe que te encargó tu jefe. Pues bien, utiliza toda tu fuerza de voluntad y levántate, disponte a hacerlo. Piensa que es algo importante y que retrasándolo tan solo conseguirás acumular el trabajo, lo que será peor a la larga. El resto puede esperar. Además, ¿que hay de la satisfacción de ponerte a ello justo cuando te lo propones?
- Evita toda clase de distracciones. Cuando por fin has logrado el paso más díficil de todos, que es empezar, de repente escuchas una notificación en tu móvil y sientes un deseo irrefenable de ver de que se trata. Error. En el momento en el que entras a tu cuenta de Facebook a leer un mensaje o compruebas una mención en Twitter, tu mente ya está en otra cosa y ha desconectado por completo de la tarea que ibas a realizar. Lo más probable es que una cosa lleve a la otra y finalmente termines viendo vídeos de bromas en Youtube y hayas vuelto a dejar el trabajo para el día siguiente.
- Divide las tareas en otras más pequeñas. Es normal agobiarse al tener una enorme tarea por delante y finalmente acabar posponiéndola para otra ocasión en la que estemos más relajados o motivados. Lo que podemos hacer para evitar esto es dividir la tarea en otras subtareas más pequeñas de fácil realización. De este modo, no supondrá tanto trabajo y antes de que te des cuenta habrás acabado con ella. Lo verás como una tarea más asequible y no se hará tan cuesta arriba.
- Sigue la regla de los 2 minutos. Es una técnica muy utilizada en el GTD o Get Things Done (método de gestión de las actividades). Esta regla consiste en valorar, en cuanto tengamos una nueva tarea, si la podemos dejar terminada en menos de 2 minutos o no. Por ejemplo, acabas de recibir un correo electrónico al que tan solo debes dar una rápida respuesta que no te llevará más de 30 segundos. Siguiendo esta regla, deberías contestar al correo, ya que de esta forma evitarás la acumulación de pequeñas tareas que realmente no es molestia llevar a cabo. Seguro que te sientes identificado con la frase: “no es importante, mejor mañana”. Todo lo que puedas resolver de manera casi instantánea hazlo en el momento. De este modo lograrás dejar de aplazar pequeñas cosas como recoger la habitación, hacer una transferencia bancaria, lavar los platos, etc.
- Planifica tiempos de descanso. Si bien todas las actividades que hemos ido mencionado pueden resultar una pérdida de tiempo cuando tenemos algo importante por hacer, también es bueno tener momentos de descanso en los que poder desconectar y hacer todo ese tipo de cosas que en otras ocasiones solo nos sirven para perder el tiempo. Por ello algo que suele dar buenos resultados es hacer uso de métodos para la administración del tiempo como la conocida “técnica Pomodoro”, consistente en planificar descansos breves de 5 minutos cada 25 minutos, en los que podrás aprovechar para consultar el correo, jugar a algún juego, ver un vídeo, mirar por la ventana… Una vez termine el tiempo de descanso, deberás volver a poner toda tu concentración en la tárea, pero con la motivación de que en tan solo 25 minutos después volverás a tener otro merecido descanso.
Si tras leer estos consejos te has dado cuenta de que eres un procrastinador obstinado, no dudes en seguirlos y poco a poco mejorarás tu fuerza de voluntad y lograrás dejar de lado este hábito que afecta a tantas personas.
Por Sergio Asenjo.
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