A muchos les puede parecer que esto del coworking es algo reservado para teletrabajadores o autónomos en busca de calor humano, o para startups que necesitan compartir gastos. Sin embargo, algunas grandes empresas se han dado cuenta que estar presentes en centros de trabajo compartido puede reportarles beneficios nada despreciables.
En los centros de coworking es frecuente encontrar comunidades dinámicas, que trabajan en soluciones tecnológicas o modelos de negocio innovadores, y que aprovechan, a la vez que definen, las últimas tendencias del mercado. Una realidad que contrasta con la de muchas grandes corporaciones, en ocasiones prisioneras de su inercia, del “porque siempre se ha hecho así”, de la autocomplacencia, de estructuras escleróticas, o del interés de algunos de sus dirigentes de preservar un status quo que les beneficia.
Sin embargo hay empresas valientes, capaces de entender las ventajas de salir de sus torres de marfil. De forma parecida a como en su día Eli Lilly decidió impulsar la plataforma Innocentive y compartir con el mundo los problemas de innovación a que se enfrentaba, en el convencimiento de que las mejores soluciones no tenían por qué provenir de dentro de su organización, o como los directivos de GoldCorp llegaron a la conclusión de que encontrarían oro mucho más rápido si hacían pública su base de datos de información geológica, grandes corporaciones están empezando a ver esos espacios de coworking como lugares donde escuchar y aprender acerca de como está cambiando el mundo.
Por ejemplo, hay empresas que deciden alejar su área de innovación de la influencia del resto de funciones corporativas y ubicarla en un entorno donde quienes trabajan en esa área puedan relacionarse con innovadores de otras compañías y beneficiarse de un proceso de “polinización cruzada”. Hay incluso quien toma la iniciativa de impulsar su propio centro de coworking donde acoger y cultivar una comunidad de innovadores diseñada a la medida de sus necesidades.
Esto precisamente es lo que hicieron BlueVia, filial de Telefónica, el conglomerado editorial británico Pearson, y el propio Google cuando hace poco más de año y medio pusieron en marcha TechHub, un centro de trabajo compartido en el centro de Londres. A cambio de prestar su apoyo financiero, estas empresas pueden utilizar el espacio para sus eventos de empresa, pero, sobre todo, tienen acceso a un foro de muy alto nivel -los residentes de TechHub pasan un proceso de selección- a quien presentar y con quien discutir sus proyectos, así como obtener información de primera mano acerca de lo que se cuece en el universo de las startups tecnológicas. Los residentes de TechHub, por su parte se benefician de una visibilidad que para muchos emprendedores y freelancers es difícil de conseguir.
En relación a esta iniciativa me parece muy ilustrativo el siguiente video donde se explica la relación entre BlueVia y TechHub:
Por Santi García.
Nací a mitad de la década de los sesenta del siglo pasado en La Coruña. Luego estudiaría Derecho en Pamplona y, años más tarde, haría el MBA de IESE en Barcelona. En lo profesional comencé mi carrera en la oficina de Madrid de Andersen Consulting (hoy Accenture), el año de los Juegos Olímpicos y de la Expo, dentro de la división de Servicios de Gestión del Cambio (CMS). A esa primera experiencia le sucedieron trece años durante los cuales desempeñé diferentes posiciones -siempre dentro del área de RR.HH.- en empresas como Johnson Controls, Nabisco (hoy fragmentada entre disti
ntos grupos empresariales), eDreams (justo en los días gloriosos de la burbuja de las puntocom), AC Hoteles, Pronovias, o Newell Rubbermaid, donde llegué a ser director de RR.HH. para Europa de una de sus divisiones. Durante todo ese período tuve la fortuna de experimentar una enorme variedad de situaciones de negocio -desde la puesta en marcha de nuevos negocios a cierres y restructuraciones, pasando por procesos de expansión internacional, adquisiciones y desinversiones- en diversos ámbitos geográficos de Europa, África y Oriente Medio. Un bagaje que me permitiría, a finales de 2006, fundar Jakobsland Partners, una ’boutique’ de consultoría desde la que ayudamos a nuestros clientes a gestionar con eficacia su capital humano en procesos de cambio organizativo en entornos volátiles, inciertos, complejos y ambiguos.
Fuente: Blog de Santi García.
TechHub and BlueVia Partnership from BlueVia on Vimeo.
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