La cuasi-orden presidencial se escuchó a fines del año pasado: los salarios deberían aumentar en 2012 no más de un 18% anual, para no generar más inflación. La sugerencia de Cristina tenía cierta lógica: los empresarios siempre justifican los aumentos de precios (inflación) en que tienen que pagar mayores salarios año a año, y ni siquiera Moreno les puede recriminar por esta justificación, aumentan sus costos salariales, luego los trasladan a precios, y se acabó la discusión.
De esta forma, la presidente, que ya ha empezado a reconocer en sus discursos que en Argentina hay un problema inflacionario, pretende que, poniendo un techo del 18% anual a los aumentos de salarios, y aumentando poco el dólar (no más allá de un 10% anual), la inflación en nuestro país, durante 2012, vaya amesetándose en torno al 15-20% anual, lo que si bien no solucionaría el problema, de alguna manera lo iría acotando. La lógica no es mala, pero tiene un problema: se da de bruces contra la realidad.
¿Por qué choca contra la realidad? La cuestión es que, paralelamente al anuncio del techo salarial del 18% para este 2012, Cristina anunció el fin de los subsidios, para mucha gente, de luz, gas, agua, colectivos, entre otros servicios, que redundaría en aumentos de 25% para arriba en dichos servicios, lo que a su vez impactaría en la inflación de este año, llevándola del 22% de 2011 a por lo menos un 25% anual en 2012. Adicionalmente, el gasto público y la emisión monetaria, según todas los pronósticos, van a seguir creciendo a niveles del 30% o más este año, lo que, sin dudas, tampoco va a ayudar a desinflar la economía.
¿Entonces, en qué quedamos? dicen los sindicatos, nos sugieren un techo del 18% para el aumento de los salarios y se calcula una inflación para este año de por lo menos un 25% anual, más que nada por el aumento de los servicios recién mencionado, y encima el año pasado la inflación fue de un 22%, o sea 4% por arriba del techo. De esta forma, se cae de maduro que ningún sindicato le va a dar bolilla al techo fijado por la presidenta, las bases se devorarían a los jeques sindicales… De hecho se acaba de aprobar el convenio salarial para los empleados del sector aceitero, con un 24% de aumento para todo 2012, y encima con la posibilidad de ajustes adicionales a mitad de año. O sea, ya surgió la primera oveja negra (el gremio del aceite) en desobedecer el techo de Cristina… y van a seguir muchos más, seguramente…
En síntesis, el techo de la presidenta ya empezó mal, y probablemente siga peor, sencillamente porque choca contra la realidad del bolsillo de la gente. No sé quien le habrá sugerido a Cristina que haga ese anuncio… porque los salarios, este año, van a aumentar entre un 20% y un 30% en todas las ramas sindicales y, de esta forma, la política antinflacionaria K va camino al fracaso; desgraciadamente, en nuestro país ya adquirió ribetes de inflación estructural, o sea, ya se instaló para varios años más. Igualmente, el problema inflacionario no implica que la economía no pueda seguir creciendo, aspecto donde la Gestión K ha demostrado ser muy eficiente, pero eso sí… crecimiento con inflación… a esta altura ya no queda otra.
Autor: Sebastián Laza (economista)
Enero 2012