Me ha tocado leer, en varias ocasiones, la misión y visión de organizaciones de la administración pública, que no tienen nada que ver con el sueño que inspira a crearlas. Comúnmente son el fruto de una planeación estratégica (FODA o SWOT, por sus siglas en inglés), burocrática y con consultores o asesores anquilosados.
Por ejemplo la visión del Ministerio de Obras Publicas de Costa Rica, dice:
Visión
El Ministerio será el órgano rector del Sector Transportes, mediante la planificación, coordinación, regulación, control y fiscalización de dicho Sector. ¿No acaso es ya rector? .
Misión
Contribuir a mejorar la calidad de vida de los costarricenses y la competitividad del país, facilitando la movilización de personas y mercancías por tierra, aire y mar, en forma segura, rápida, agradable y a un justo precio. ¿Qué es en forma segura?. ¿Qué es rápido?. ¿Qué es a un justo precio?. Si es de sobra conocido que las carreteras de Costa Rica son inseguras y no son rápidas. Pero supongo que los consultores se tardaron meses en conseguir la ansiada visión y misión, durante múltiples reuniones de trabajo.
Hace 15 años, en una conferencia, el Vicepresidente de Marketing de Coca Cola en el Campus León del ITESM de México, nos inquirió sobre cuál era el sueño de ese refresco de cola. Se hizo un silencio en el auditorio y muchas personas dieron diversas opiniones, pero ninguna fue la correcta. El Vicepresidente de Marketing, a la sazón mexicano, dijo que sin un sueño inspirador no serían posibles las altas ventas de Coca Cola. A partir del sueño, variaron todos los spot comerciales, tanto impresos como de radio y televisión.
El Vicepresidente de Marketing proporcionó el sueño que hace algunos años inspiró a la Coca Cola:
“Qué por la llave del agua de nuestras casas, salga en vez de agua, Coca Cola” Una metáfora brillante. Por supuesto no podemos hacer que salga Coca Cola en mi llave doméstica de agua, pero sí que tengamos Coca Cola todo el día. Después de eso se creó el envase con un litro y medio y después de dos litros. Las altas ventas de Coca Cola no se hicieron esperar.
Una planeación estratégica, no tiene caso, si no se tiene un sueño inspirador que sea del conocimiento de todo el capital humano de la organización. El sueño inspirador, aclara los objetivos estratégicos y las metas que año con año
se deben de cumplir, de igual manera, también aclara el “negocio” de la organización. Hace muchos años en Aeroméxico, se sentaron los ejecutivos para analizar cuál era el negocio de esa aerolínea. Tras semanas de sesudas reuniones de trabajo, se proporcionaron varias versiones: que si el servicio dentro de la aeronave, que si la comodidad de los asientos, que si el precio de los boletos, etc.
Se dieron cuenta de que el “negocio” de esa compañía de aviación, era el tiempo. Y así entablaron una serie de estratégicas para reducir el tiempo de salida del avión, para disminuir el abordaje, para acelerar el tiempo de la
carga del equipaje, para reducir el tiempo de las reservaciones, además de otras cosas. Aeroméxico, fue hace muchos años, la línea aérea más puntual, en todos los ámbitos, internacionalmente.
Pero el sueño de las dependencias de la administración pública es más complejo, porque depende de muchos factores externos. Sin embargo, los consultores y/o asesores, deben de ser más inteligentes e innovadores. Ya dejémonos de fórmulas gastadas y paradigmáticas.
¿Cuál es el “negocio” de la empresa pública?. ¿Cuál es el sueño que las inspira?. Primero descubramos esto y después pasemos a un FODA.