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ideas y consejospara invertirA veces me preguntan algunos amigos por las mejores fórmulas para invertir dinero porque sigo con frecuencia la prensa financiera, aunque no soy un experto (ni siquiera un neófito) y por ende no me atrevo a dar consejos a nadie de como invertir su dinero.

Hace poco salió un artículo en El Economista titulado “Ideas de Inversión para una Cartera Búnker ante una década de turbulencias”. Se trata de una serie de consejos del economista Gary Schilling resumido por el columnista de “Marketwach” Paul Farrell en dos decálogos: uno que recomienda evitar y otro para invertir. Si bien no existe una cartera de inversiones totalmente segura, ni estoy de acuerdo en algunas de las afirmaciones de Schilling, mi filosofía inversora se aproxima mucho a la suya. Y recuerden que si su cartera no funciona será culpa de él y no mía =).

Sectores a evitar segun Schilling.

1. Bancos, instituciones financieras e instituciones de crédito.

Evidentemente, con los ratios de morosidad al alza y los desajustes en el sector inmobiliario todos los analistas coinciden en que pocos bancos puedan mantener rentabilidad y dividendos en tal coyuntura. Algunos pueden incluso caer, y no es de esperar que se produzcan muchos más rescates bancarios por parte de gobiernos.

Yo pienso que hasta hace poco algunas entidades internacionalizadas (BBVA, Santander, HSBC, Goldman Sachs) eran refugios más o menos seguros. En cualquier caso si pudiera elegir me iría a otro sector.

2. Constructoras e  inmobiliarias.

Contrariamente a lo que la gente piensa, la vivienda no sube indefinidamente. En grandes ciclos (10-20 años) tiende a subir, pero si compras al principio de un ciclo de bajada larga… puedes tardar muchos años en recuperar tu inversión. Obviamente si la construcción va mal, las inmobiliarias no van mucho mejor. Según Schilling aún queda un 10-20% de caída en el precio de la vivienda en Estados Unidos (de España mejor no hablamos).

Ésta interrelación también aplica a la banca, cuya principal garantía de cobro es la vivienda, y al depreciarse la vivienda su garantía de cobro se esfuma.

3. Materias primas.

Schilling da por hecho un escenario deflacionista para los próximos años. Los deflacionistas creen que la crisis provocará que los precios de los productos acabados (outputs) se desplomen en los próximos años por el bajo consumo, y si no se consume, las materias primas (inputs) bajarán igualmente.

Yo pienso -y algunos economistas también- que la actual deflación es el preludio de un efecto contrapuesto, la hiperinflación o subida desbocada de los precios. Ésto se debe a la gran cantidad de dinero imprimido y medidas de estímulo económico, y aún no se ha manifestado porque la inmensa mayoría del dinero está retenido en los balances de los grandes bancos y no circula. Es como si llenas un globo de agua con un grifo: al principio y mientras el globo se llena da la impresión de que no sale agua (dinero), pero cuando el globo se llena del todo explota y produce el efecto contrario. (hiperinflación). Tampoco se han tenido en cuenta factores globales que presionan los precios, como el proteccionismo de muchos países o la destrucción de tejido empresarial entre otros.

Desconozco si esta teoría del globo-masa monetaria es de alguien o me la he inventado yo, pero creo que las materias primas / commodities no son tan mala inversión, especialmente petróleo y alimentos (trigo, soja, etc.), y tal vez el oro o el cobre. Como curiosidad destacar que últimamente están muy en alza algunos metales raros.

4. Bonos basura.

Como su nombre indica, son bonos de alta rentabilidad si al final los cobras, claro. Van asociados a una serie de variables con poco o ningún respaldo de cobro. Nunca me han parecido una buena inversión, ni en época de bonanza.

5. Compañías que vayan mal.

Parece una obviedad pero no lo es tanto. Si una va mal pero está comparativamente barata y el ciclo económico o sectorial es positivo, puede ser que rectifique el rumbo o que favorecida por el propio ciclo. Pero si una compañía va mal en un ciclo de contracción económico largo es poco posible que lo supere. Apuesta por empresas líderes en su sector o en su segmento de mercado.

6. Empresas de productos de consumo.

Cita los automóviles, hostelería o restauración. En definitiva son sectores que no sean de primera necesidad o que puedan ser sustituidos por otros más baratos.

7. Productores de bienes de equipo no tecnológicos.

Bienes de equipo (o intermedios) son herramientas o maquinaria para la elaboración de otros bienes. Por ejemplo excavadoras, tuneladoras, tractores, máquinas de fabricar ropa… etc. Si baja la actividad económica y se contrae el consumo y la industria, parece lógico pensar que este sector resulte perjudicado.

Schilling excluye los bienes de equipo tecnológicos posiblemente porque siempre se han considerado un sector “defensivo” telecomunicaciones, informática, sistemas, etc.

8. Antigüedades o arte.

Como los bienes inmuebles, tampoco suben de precio eternamente, pero es que al contrario que la vivienda no son bienes de primera necesidad.

9. Acciones y bonos de mercados emergente.

Es difícil generalizar; países como Brasil, México y muchos de América Latina son actualmente el mejor refugio para inversores. En mi opinión tienen una trayectoria de crecimiento es muy superior a la de los países ya desarrollados.

10. Japón.

En los últimos 15 años Japón no ha levantado cabeza (económicamente hablando) y las perspectivas no son muy buenas a futuro.

Sectores para invertir según Schilling.

1. Productores de ingresos.

Un concepto muy ambiguo, se refiere a sectores defensivos que teóricamente generan dinero de manera recurrente como telecomunicaciones, farmacéuticas, empresas de participación estatal…

2. Energéticas estadounidenses.

Según el autor las importaciones energéticas son muy inestables y poco seguras, y además la energía siempre es necesaria y cada vez más.

Posiblemente quiera acotar las americanas porque están menos reguladas por el estado (y por tanto son más rentables) que las europeas.

3. Inmuebles industriales y apartamentos de alquiler.

Un tanto contradictorio con el punto 1 del anterior decálogo, aunque si ya tiene una vivienda o está comprándola, puede ser buena idea obtenerle rendimiento por explotación (alquilarla) y no confiar mucho en plusvalías (revender a mejor precio). Por supuesto, si la vivienda la ha comprado para vivir en ella, también es una inversión rentable en la medida en que sea un ahorro.

4. Asistencia y seguros sanitarios.

Entronca un poco con el punto 1 del segundo decálogo. La sanidad es un bien de primerísima necesidad, y la pirámide poblacional de la mayor parte de los países desarrollados, hace que el mercado de los mayores sean un negocio creciente.

5. Dólares.

No estoy tan de acuerdo. Si bien es cierto que el Euro está amenazado por los riesgos de Portugal, Irlanda, Italia, Grecia o España, en Estados Unidos tampoco están mucho mejor con California en quiebra técnica (aunque tienen una estructura económica más flexible para recuperarse). Además, los Estados Unidos han puesto muchísimo dinero en circulación, lo que deprecia su moneda, al contrario que la Zona Euro.

6. Bonos del Tesoro y de alta calidad.

Deuda pública de países serios. Puede ser un buen refugio en un entorno de deflación y teóricamente la deuda soberana (la de los países) es la más sólida.

7. Alimentación y productos de primera necesidad.

Otra extensión del punto 1 y en cierta forma también de las materias primas. Se refiere a alimentación, productos de higiene básica, etc.

8. Potenciadores de la productividad.

Bienes, o tecnologías que permitan mejorar la eficiencia. Puede ser algunos tipos de software, patentes, tecnologías, etc. En general son inversiones interesantes.

9. Pequeños lujos.

El autor se refiere a vino, bombones, ropa… no excesivamente caro. No estoy muy seguro de éste punto, depende rá posiblemente de la penetracion o fortaleza de la marca.

10. Asesores financieros y de inversión.

Personalmente antes dejaría mi dinero en un depósito de alto rendimiento o liquidez antes que cederselo a un gestor. Y no me refiero a productos financieros complicados, repito: DEPÓSITOS a un año o menos, incluso dinero a la vista en cuenta. Sólo confiaría mi dinero a un asesor de confianza muy contrastada y preferiblemente independiente, ya que los bancos tienen muchos intereses cruzados que me hacen dudar de si su elección va a ser la mejor para ellos o para mí.

En general tampoco me gustan fondos de inversión ni los planes de pensiones pero a mí no me hagan caso porque no soy un inversor muy ortodoxo, tal vez en algún otro artículo escriba mis principios de inversor -con el afán de compartirlos y no de ilustrar a nadie, pues yo no me acerco ni de lejos a un experto-.

Éste artículo es una adaptación libre sobre un artículo de El Economista.


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