Recién acabo de leer el británico Daily Telegraph, y en portada, y en casi verde fosforito, cito textual, “El Euro morirá en cinco años”. ¿Nos hemos vuelto todos majaras? La situación es dramática, y que esto durará décadas ya no lo cuestiona nadie.
Creo que debemos entender la salida de tono como una fanfarronada en defensa del GBP (Great Britain Pound) y dentro de un contexto de Política Económica Nacional. Los Hijos de la Gran Bretaña siempre fueron unos ventajistas cascarrabias y “sacapuntas” de casi todo. Y en esto de las Finanzas, es aún más claro. Desde el “British Check” hasta el Sistema de Compensación Bancario propio – EUR 2, en fin, el “Europa ahora sí, mañana no, y después tal vez”, o el socorrido “ni sí ni no, si no todo lo contrario”.
Imagen: elaboración propia a partir de imagen de Direct Industry.
De lo que no me cabe duda es del creciente poderío de los mal llamados “emergentes”, e incluso también, de los llamados “países en vías de desarrollo”, que cada vez son menos “en vías”, y que poco a poco van exhibiendo bíceps más abultados. Este servidor ya atisba el que hemos entrado en una nueva fase dentro del “trend” económico global de profunda recesión. Y en la que tan sólo estamos ante las primeras refriegas, el cuerpo a cuerpo todavía no se ha dado. Ya se están produciendo las primeras tensiones económicas serias entre países, y de igual modo, los primeros guiños a los otrora llamados “campeones nacionales”, que irremediablemente lleva a la Defensa de lo Nacional, al Nacionalismo Económico, y en último extremo al Proteccionismo. Parece ser que poco a poco nos vamos encaminando a la vieja política de las Ventajas Comparativas a nivel Macro. Y que, de no tener cuidado y mal entendida, puede conllevar al “empobrecer” al vecino a toda costa. Implícitamente supone imponer supra-estructuras categóricas, o “el mejor” versus “el peor”. Es lo que se intuye levantando la vista más allá. Y frente a esto, ¿qué?. Frente a viejas políticas, viejas recetas que funcionaron, a saber, y sin caer en el historicismo económico, y parafraseando al viejo filósofo alemán Schopenhauer, “el historiador de tanto mirar al pasado, termina caminando hacia atrás”, competitividad, ventaja competitiva para convertirla a largo plazo en comparativa, austeridad, rigor, y hasta si me apuran, un poco de abstinencia malthusiana bien interiorizada.
¿Y los países emergentes que pintan en todo esto?. Verán Sres. Les diré algo. Llevan todos los bastos de la baraja, y resulta que pintan bastos. Compiten fenomenalmente bien en precios, aunque a veces venden por debajo de coste (dumping) y se saltan un poco a la torera las Leyes Internacionales, tienen una adaptación y flexibilidad camaleónica, están incorporando como oferentes cada vez más calidad, obtienen márgenes y beneficios considerables, afán de superación, y sobre todo, conocen la pobreza más descalza, están sedientos, son unos desabotonados indómitos, de una ferocidad primitiva, y están dispuestos a engullir y tragarse sin mascar al Primer Mundo, el paladar y el culto a las formas son reservados para la Roma de Odovacar. Acabaremos todos con los ojos rasgados, quizá un poco más ennegrecidos, o directamente con la piel como el tizón y puede que hasta con turbante. Al tiempo.
Les dejo un vídeo musical que me hace recordar la biografía de Publio Cornelio Escipión y su apisonadora africana. Disfrútenlo, y como siempre, que Dios reparta suerte:
.
.
Francisco Gallego. Equitativa Gestión Manager. Lawyers & Economists. www.equitativagestion.com
4 Responses to "El fin del Euro y la apisonadora de los emergentes"