De un tiempo a esta parte, Google ha venido proyectando cada vez menos la imagen “buenrollista” o “cool” que tenía en sus inicios (estilo Apple), y cada vez se asemeja más en el imaginario colectivo al gigante malvado y tirano (estilo Microsoft). Vamos, que lo que nació como la República, cada vez se parece más al Imperio.
Bien es cierto que ser la empresa número 1 de Internet y meter mano en tantos pasteles no ayuda a hacer muchos amigos. Empezó con los buscadores dejando fuera de juego al entonces lider Yahoo. Luego se atrevió con el mercado de los navegadores con Chrome, en competencia directa con Mozilla Firefox. Después anunció un navegador para teléfonos móviles y las compañías de GPS TomTom y Garmin se hundieron un 20% en bolsa. Ha conseguido meter el miedo en el cuerpo al mismísimo Microsoft con los sistemas operativos Chrome y Android. Hace unos meses presentó el Nexus One, un teléfono casi idéntico que el iPhone de Apple -con quien había colaborado estrechamente en el pasado-. Y la última machada ha sido el lanzamiento de Buzz, una herramienta de microblogging para robarle el pan nada menos que a Twitter y Facebook.
Pero el problema de Google no es su tremendo éxito empresarial, sino saber si se cumplen todas las garantías de libertad, privacidad y libre competencia en la red. Eso es lo que Bruselas está investigando estos días y lo que se evaluará en los próximos dos artículos.
Antes de que la justicia europea se pusiera en marcha, ya avisamos en un artículo de Agosto de 2009 que la justicia norteamericana andaba tras los pasos del gigante de Internet. El blog de Enrique Dans en Libertad Digital describe mejor que nadie los riesgos para el usuario de la fusión en 2007 entre Google -el primer buscador de la web con gran diferencia- y Double Click -la primera empresa de publicidad en Internet-. Según el experto profesor del Instituto de Empresa, Google puede controlar los tres ejes del mercado en Internet; anunciantes, soportes y clientes:
Según el citado informe, para que una compañía en el mundo financiero igualase la concentración producida por la adquisición de DoubleClick por Google, debería poseer nada menos que los quince mayores bancos y gestores de patrimonios de Wall Street, alrededor del 60% de todos los hedge funds y private equities, las bolsas de Londres y Nueva York, los dos proveedores más importantes de información financiera (Bloomberg y FactSet), dos de los tres proveedores norteamericanos de perfiles de crédito (Equifax y Experian), y en torno al 60% de los datos completos de consumidores de la Reserva Federal y del Censo de los Estados Unidos. Algo, por supuesto, completamente impensable desde un punto de vista de la economía tradicional, pero que corresponde, según el autor, a la situación actual de Internet y del mercado publicitario.
Otro de los asuntos más controvertidos del buscador es la privacidad, y el fuego viene precisamente del navegador Mozilla, un importante socio de Google (el 90% de sus ingresos proviene de Google). Todo surge a raíz de unas declaraciones del CEO de Google, Eric Schmidt en referencia al tema de la privacidad:
“Si tienes algo que no quieres que nadie sepa, no deberías estar haciéndolo. Si realmente necesitas ese tipo de privacidad, lo cierto es que los buscadores, incluyendo a Google, retienen la información por algún tiempo y es importante, por ejemplo, entender que en los Estados Unidos todos somos sujeto de la Ley Patriótica, que faculta a las autoridades a requerir tal información”.
Suena un poco al Gran Hermano de George Orwell, ¿no?. Asa Dotzler, coordinador de la comunidad de Mozilla habló del tema en su blog: “Si, Bing tiene una mejor política de privacidad que Google”, Uno de los lectores preguntó “por qué deberían hacerle el favor a Microsoft de usar sus productos” y Dotzler responde: “Porque el mercado de buscadores está roto como el de los browsers desde 2002. Que no haya competencia significa que Google puede hacer lo que quiera y a ti tiene que gustarte. Bing es bastante bueno, al menos en los EEUU, y su política de privacidad es mucho mejor (ellos, por ejemplo, no conectan tu mail de Microsoft o las cuentas de la oficina con tus resultados de búsquedas como Google, entonces tus datos de búsquedas no son personalmente identificables)”. Vaya bomba, ¿osea que Google almacena tus datos y además los cruza con los de tu correo elecrónico?.
Por cierto que a Google parece que ultimamente le crecen los enanos por todas partes. El presidente de Telefónca (una de las 3 mayores teleoperadoras en el mundo) ha lanzado la posibilidad de empezar a cobrar a los buscadores por utilizar sus redes de banda ancha. Google, Microsoft o Yahoo “utilizan las redes de Telefónica sin pagar nada, lo cual es una suerte para ellos y una desgracia para nosotros. Pero eso no va a poder seguir, es evidente”. Muchos se preguntan cómo harán las teleoperadoras para evitar que sus usuarios usen los buscadores si éstos se niegan a pagar. ¿Podemos estar ante el fin de una Internet libre y abierta?.
Esto es sólo un aperitivo del artículo que publicaremos con los “10 pecados Capitales de Google”.
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2 Responses to "El lado oscuro de Google."