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1. En éste primer vídeo, García-Trevijano explica que la corrupción y la manipulación tardaron mucho más en aparecer de lo que él esperaba, y denuncia el pacto entre la oligarquía (gobierno de unos pocos) formada por el legado franquista y la oposición.

Si usted creía que en España vivimos en democracia, tal vez esté equivocado. Así lo afirmaba Antonio García-Trevijano en un debate en La Clave sobre la Transición  en 1991, dirigido por Jose Luis Balbín y acompañado por otros contertulios de excepción como Ramón Tamames y Jose Mario Armero.  El debate desvela las claves ocultas de la Transición española, las que nunca aparecen en los documentales o libros de historia, y anticipa los problemas territoriales de España que aparecerían mucho después. Ninguno de sus argumentos ha cambiado un ápice tras 18 años.

“Cuando en el mundo aparece un verdadero genio, puede identificársele por este signo: todos los necios se conjuran contra él”

Jonathan Swift

Debate con Antonio García Trevijano

 

2. Según García-Trevijano, mucho se estudió sobre los personajes, los eventos, el entorno y en definitiva sobre lo anecdótico de la Transición, mientras que nada se ha analizado de la propia Transición: pautas, conductas y relaciones de causa-efecto. Balbín se pregunta cuando terminaría dicho proceso.



3. Empieza el verdadero debate: Jose Mario Armero y García Trevijano discrepan sobre el grado de democracia que existe en España. García-Trevijano desmiente a Armero; si bien salimos de la dictadura, no hemos evolucionado hacia un régimen democrático, sino hacia un régimen de libertades. Según García-Trevijano nuestro régimen es muy diferente de otras democracias como la norteamericana o las europeas.

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4. Entra en el debate Ramón Tamames. Según el economista, en España, a diferencia de muchos otros países, no se produjo una ruptura democrática, sino un cambio consensuado. No hubo derrocamientos, ni levantamientos en armas, ni sangre derramada. Según Tamames, existe un gran mérito en llegar a un pacto entre las principales fuerzas políticas para alcanzar un gran consenso nacional, y una constitución que es la de todos. Éste fenómeno de no-ruptura, es lo que ha condicionado el sistema político español, pero no tiene por qué ser inferior a democracias como la francesa o la norteamericana. Reconoce que quienes han fallado son las propias instituciones. Jose Mario Armero concluye como Tamames, que la constitución fue la mejor de las posibles.


5. Trevijano se define como dogmático (como él mismo ha explicado que como opuesto al relativismo), y describe su modo de argumentación: hechos contrastados. No pide una democracia perfecta moral ni materialmente, sino de democracia formal que incluya separación de poderes y soberanía popular real. También replica a Tamames; no es necesaria ruptura, sino que la reforma sería suficiente.

García-Trevijano asegura que los políticos han arrebatado la soberanía al pueblo. En primer lugar el pueblo no elige a sus gobernantes porque en España existen listas cerradas y no son son los ciudadanos sino los políticos quienes eligen a los representantes del pueblo. Y en segundo lugar, la constitución la realizaron en palabras suyas “una persona nombrada a dedo por S.M. el Rey, y unas pocas personas salidas de la clandestinidad, sin ninguna legitimidad democrática.” Y añade “Los diputados son empleados a sueldo de los partidos, cumplen las órdenes de los partidos, eso es una ficción (de democracia), y eso se llama oligarquía”. Ramón Tamames niega enérgicamente con la cabeza en señal de desacuerdo.

6. Tamames cita a Robert Michell, que habla de la oligarquización de los partidos en 1911. Pese a sus reticencias iniciales, empieza a aproximar sus posiciones a las de García Trevijano. Tamames explica que la falta de democracia se debe en parte a la propia despreocupación del pueblo del propio hecho democrtático. La propia sociedad civil mediante su asociación, las ONGs o grupos de interés, los medios de comunicación y otros grupos deben compensar el poder de los políticos. Tamames reconoce que si se permite hacer a la partitocracia, oprimirán al pueblo.


7. Jose Mario Armero reconoce fallos en la consolidación del sistema político en España, pero ¿de qué otra forma se podía haber hecho?. El nacimiento de los partidos fue informal, pero correcto, los partidos son básicos en el sistema, y un ejecutivo no podría funcionar sin dicho sistema de partidos.

García-Trevijano de nuevo reitera su discurso y su método de exposición: no existe una democracia perfecta en su aplicación, eso es sino un ideal, pero debe existir una democracia completa al menos en su forma.

Balbín, reconoce la provocación de Trevijano, y constata que nadie ha sido capaz de rebatirla.

Tamames acepta el capotazo que le lanza el moderador, y reconoce que aunque el sistema de elección por cinscunscripciones (principio de D’Hont) tiene problemas de representatividad proporcional, no es inferior al sistema unipersonal de distrito mayoritario de los países anglosajones.

Balbín hace de “abogado del Diablo” y plantea si no tiene algo de razón Gómez-Trevijano al decir que la voluntad de los ciudadanos frente al sistema de partidos se halla muy empequeñecida y viene a ser “como las lentejas, que si quieres las tomas y si no las dejas”.

Trevijano cita al célebre economista Stuart Mill, para quien el sistema de representación nacional era superior al de distritos, ya que elude la opresión de las jerarquías locales (en pro del conjunto del país). Al sistema de distritos, le reconoce como ventaja una mayor representatividad o ponderación de las minorías, pero se pregunta, en un panorama político donde todos los partidos se hallan ideológicamente tan cerca (PP, PSOE, IU), ¿esta ventaja sirve para algo?. En el sistema anglosajón un elector puede pedir cuentas directamente a su representante en el Parlamento.

Y lanza su primera provocación: en España no hay división de poderes y funciona exactamente igual que en la dictadura de Franco. “Existe un único poder y división de funciones, el poder ejecutivo es el número 1 y es el que nombra al legislativo y al judicial”.



8. García-Trevijano critica la mediocridad de los programas de debate político. Recapitula y recuerda que lo que llamamos democracia no es tal, debido a la falta de separación de poderes y de soberanía popular real. Hace una declaración de principios sobre el enfoque del debate.

Tamames explica el problema del miedo a una nueva guerra civil, y de la pervivencia de un sector importante del franquismo en la sociedad. La democracia de entonces fue la mejor de las posibles dadas las circunstancias, pero es necesario que evolucione hacia algo mejor.

9. Jose Luis Balbín refrenda la segunda provocación y lanza otra muy valiente para su época: reconoce abiertamente que él como periodista no siente que haya más libertad de prensa que en época de Franco. Otro periodista.

Balbín se queja amargamente de haber estado vetado durante 5 años de todos los medios por el poder (entendemos que el del gobierno socialista de Felipe González), y como él hay muchos periodistas en su misma situación.

Jose Mario Armero, discrepa, y dice que tiene toda la libertad que necesita para escribir.

Ramón Tamames dice que también en el franquismo se decía lo mismo. “¿Pero de qué se quejan, sólo los que se menten el líos tienen problemas?”. La pregunta no es si se vive mejor que hace unos años, dice Tamames, la pregunta es si podríamos vivir mejor de lo que vivimos ahora. Un sistema hiperburocratizado, sobrecargado de funcionarios, descoordinación ministerial, corrupción, etc. Su conclusión era clara: se podría vivir mucho mejor. Sus palabras de 1981 pero, ¿no les recuerdan en algo a la situación actual?.

10. Trevijano cuenta, que su cometido cuando decidió fundar la Junta Democrática, era hacer un análisis de los problemas o necesidades para buscar soluciones. Se asigna el papel de espectador y afirma que no le compete a él buscar soluciones, ya que no forma parte de la casta política, y por tanto carece del empuje, el contacto diario y la pasión que deriva de estar en la política activa.

Y lanza su segunda preocupación: no hay democracia aunque haya libertades, y lo analiza independientemente de que exista la corrupción, que es inseparable de cualquier régimen político. No hay democracia porque las cuotas de poder se la reparten los líderes de los cinco principales partidos políticos y el pueblo no hace sino ratificar sus decisiones en las urnas cada cuatro años.

Tamames y Trevijano discuten sobre uno de los puntos centrales, ya que el primero reitera que es que es debido a las complejas circunstancias que se vivieron. Tamames realiza su análisis histórico de la política española.

Trevijano hace un análisis de la Transición en los planos político, económico y cultural.

A. En lo político cita a Aristóteles; se ha evolucionado de la dictadura a la oligarquía, pero aún no se ha evolucionado de la oligarquía a la democracia.

B. En lo económico se ha pasado de una economia de produccion a una economía internacionalizada. Según Trevijano, la Transición española ya estaba decidida años antes por Estados Unidos y Alemania, ante el estupor de Jose Mario Armero. Para Trevijano la Transición sirvió para preparar el mercado español para el mercado europeo, aunque conllevó una bajada en la productividad.

C. En lo cultural, la Transición suponía muchas más libertades que el franquismo, aunque con matices. Sin embargo la mayor perjudicada en el proceso ha sido la cultura. No sólo la cultura elitista (que también) sino la forma de vida del país.

La Transición trajo una moda extranjera que se enraizó fuertemente en la cultura española. El post-modernismo: “Nadie sabe lo que es desde el punto de vista filosófico (…), es el escepticismo moral, el relativismo cultural, el todo vale, es lo mismo un diseño de zapatos que un Goya”. Señor García-Trevijano, como dice un aforismo español, “le ha dado usted en todo el bebe“. La ausencia de pensamiento se ha convertido en la ideología reinante en España. Según Trevijano ya no se habla de Cultura sino de Culturas.

“Además, la peor de las corrupciones no es la corrupción económica sino al moral y cultural, siendo la económica es una mera consecuencia. Hoy en día, cualquier persona que hable con seguridad es un dogmático (…), por eso presumo de ser un dogmático cuando se trata de describir hechos, donde puedo cometer un error y no me importa equivocarme (…) porque del error se puede salir, de la confusión jamás (…) y España está hoy en una pura confusión”.


11. Ramón Tamames reconoce que el sistema político está de alguna manera cautivo por la banca y los empresarios de la comunicación (cada cual que interprete quienes son dichos empresarios). Trevijano discrepa, y el propio Balbín apostilla que en una sociedad de mercado, detrás de los periodistas hay importantes grupos empresariales.

Se discute qué poder tienen los periodistas con diferentes conclusiones y Trevijano pasa de un plano político a otro más filosófico cuando argumenta que intelectuales y periodistas pintan muy poco en el sistema, porque la política no la mueve la razón sino las pasiones. Balbín lo contradice: el gobierno dispone de la radio y televisión pública, del mayor grupo mediático en España e influencia en los demás medios privados que operan en el país. Se plantea qué tipo de libertad de prensa es esa.

Trevijano matiza que los medios de comunicacion son muy importantes en democracia como uno de los principales elementos de control al gobierno. Armero reitera que la prensa española no está más coaccionada por el poder que en cualquier otro país y Tamames y Trevijano coinciden en que en ningún caso puede existir democracia si los medios están al servicio del poder. ¿Por qué deben financiar los ciudadanos una televisión pública que es una herramienta de propaganda al servicio del gobierno?.

12. Finalmente García-Trevijano lanza la tercera provocación; la culpa no es sólo de los políticos, el pueblo español tampoco ha estado a la altura. Dice que entre la clase política existe una cultura de la demagogia (adular al pueblo). Empezó con una demagogia obrera, en la que el gran perdedor fue el empresario, bajando la productividad. La clase obrera reivindicaba constantemente sus derechos, pero no era consciente de sus deberes. Y añade otra perla, los políticos tienen a tratar a la multitud como un ente inteligente, cuando la psicología social evidencia lo contrario, que la multitud siempre es menos inteligente que los individuos.



13. Ronda de preguntas.

A. La primera, para el protagonista de la noche, es si piensa que hubiera habido ruptura con el ejército que había entonces. Trevijano responde afirmativamente. Las jerarquías militares estaban de acuerdo en someter a referendum cuestiones como monarquía o república, régimen presidencialista de elección directa o régimen parlamentario, etc. Sin embargo, el PSOE pactó con el régimen franquista a espaldas de los otros partidos, incluso antes de la llegada de Suárez al poder según Trevijano, y los demás partidos lo siguieron al PSOE por miedo a perder su cuota. El PSOE había recibido instrucciones claras de la Internacional Socialista para pactar con el régimen. Tamames se plantea si el ejército hubiera accedido y Armero dice que Trevijano minimiza el miedo de la gente al ejército.

B. La segunda, si se descarta la posibilidad de un nuevo golpe de estado en España. Todos responden afirmativamente.



El vídeo desgraciadamente no se halla subido completo a Youtube, sin embargo pueden tener más información de los protagonistas en el Blog de Antonio García-Trevijano y en el Blog de Ramón Tamames.

– Antonio García-Trevijano ha sido profesor de derecho mercantil en la Universidad de Granada, notario y actualmente abogado y escritor. Se trata de un personaje injustamente olvidado por la historia debido a su oposición al “establishment”, pero tuvo un papel trascendental durante la Transición. Luchó contra la dictadura del Francisco Franco en España, preparando la huelga general del 67 y elaborando la constitución de Guinea, por lo que fue encarcelado. Organizador de la Junta Democrática de España, durante años ha mostrado su rechazo a la monarquía y ha denunciado la “traición” de los partidos democráticos legalizados por Adolfo Suárez, quienes en su día firmaron no aceptar ninguna constitución que no emanara del pueblo tras un período constituyente. Puede ver el vídeo si quiere conocer lo que nunca se dijo de la Transición.

Fuente: Blog de Antonio García-Trevijano

Ramón Tamames fue catedrático de Estructura Económica en la Universidad de Málaga y posteriormente en la Autónoma de Madrid y en la Sorbona de París. Fue miembro del comité ejecutivo del Partido Comunista de España (PCE) y primer teniente de alcalde en Madrid durante la alcaldía de Tierno Galván. Abandonó el PCE en 1981 para ingresar en el Centro Democrático y Social (CDS) posteriormente. Actualmente sigue siendo muy activo como intelectual y escritor.

Fuente: Wikipedia

Jose Luis Balbín es periodista, director del programa La Clave entre 1976 y 1985 en Televisión Española. Director de informativos de dicha cadena entre 1982 y 1983, sólo duró unos meses en el cargo y tras recibir presiones del PSOE de Felipe González, también se detuvo la emisión de dicho programa. Pasó a la televisión y en 1990 regresa de nuevo con La Clave, que se mantiene hasta 1994 en la cadena Antena 3. Posteriormente pasó a radio en la cadena COPE y posteriormente fue director de un semanario hasta su cierre de 2008.

Fuente: Wikipedia

Jose Mario Armero fue escritor y presidente de la agencia de noticias EFE. Licenciado en derecho por la Universidad de Madrid y en periodismo por la Univerdidad de Navarra, Armero fue un destacado personaje de la trasición. Jugó un papel esencial en la legalizción del PCE y sirvió de mediador entre la izquierda española y la herencia franquista. A partir de 1952 empezó a ejercer como abogado y en 1955 fundó su propio buffete. Sufrió un coma que duró de 1992 a 1994, año en que despertó para fallecer en 1995, a los 68 años de edad.

Fuente: El Mundo

Por Alberto López Correa.


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4 Responses to "Antonio García Trevijano habla en La Clave sobre la Transición"

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