El Caso del Entrenador Personal (I)

“Por lo menos yo sabía dónde estaba. Tú, a la velocidad a la que ibas, eras la viva encarnación del principio de incertidumbre¹. Si sabías dónde estabas, cuándo llegabas allí abajo, no sabías a qué velocidad habías descendido. Si sabías la velocidad a la que habías descendido, no sabías si habías llegado allí abajo”. Extracto […]