Recursos humanos schumpeterianos, o management al estilo Neron
Comparte

Ayer leí un excelente articulo de Sebastián Laza en este mismo medio, sobre la destruccion creativa de Schumpeter aplicada al marketing. Esto es, de como las empresas se ven abocadas a la necesidad de destruir y renovar productos, en un ciclo acelerado de vida (y muerte) del producto, con la intencion de mantener la curva de rentabilidad del producto siempre en un punto elevado. Esto es lo que yo llamo management al estilo Nerón; destruir para reconstruir. El ejemplo mas claro es cómo en los 90, los fabricantes de autos japoneses, empezaron a renovar sus modelos cada dos años, frente a los norteamericanos que introducian uno nuevo aproximadamente cada cinco años. Esto dio gran ventaja competitiva a los japoneses sobre los americanos.

Sin entrar a hacer juicio de valor alguno sobre el tema, se me ha ocurrido una reflexión sobre si la “destruccion creativa” o el managemente al estilo Nerón no se utiliza tambien con profusion, pero a nivel de recursos humanos. Lo hago con la vista puesta en sectores como la banca o las teleoperadoras, que en los ultimos 10 años han ido prejubilando o despidiendo personal no con el objetivo de reducir plantilla sino de reducir su edad. No me refiero exclusivamente a reducciones progresivas de personal,  o por causa de una coyuntura economica adversa, sino simplemente a una politica de Recursos Humanos de renovación cíclica o rotación de personal. Los argumentos mas habituales a favor de este estilo de management schumpeteriano (no digo que sean ciertos ni falsos) es que un joven cobra menos, es mas proclive a hacer horas extra, tiene mas movilidad y se actualiza con mayor velocidad, especialmente en las nuevas tecnologías.

En el lado negativo, esta ante todo y sin lugar a dudas el plano humano: la tragedia de  trabajadores que con un gran talento, y tanto mérito como cualquier otro (sino más), se ven en la calle a edades que en ocasiones ofrecen muy escasas posibilidades de recolocacion. Pero el humano no es el unico aspecto a considerar, puestos a considerar el interés de la empresa. Se puede destruir un producto de la cartera sin destruir valor, pero, ¿se puede destruir un puesto de trabajo sin destruir valor? Difícilmente. Hay muchos aspectos tangibles e intangibles, pero que tienen una repercusión cuantificable: coste del despido, formacion recibida (hard y soft skills), conocimiento organizacional y procesos o perdida de nivel de servicio. E incluso en el plano comercial, cuando se trata de ciertos departamentos se puede resentir y mucho la cartera de clientes.

Volviendo al ejemplo de los bancos: hay quienes señalan que en la gran crisis de 2008 tuvo mucho que ver la inexperiencia de los gestores en los ultimos años… Practicamente ninguno de los jóvenes gestores había visto una crisis inmobiliaria, principalmente porque no habían estado trabajando hace 30, 40 o 50 años (algunos directivos ni habían nacido). Esto reforzó en los bancos la afinidad por el riesgo y la idea de que el ciclo de crecimiento de precios era indefinido, causando una debacle económica en muchos de ellos.

Dicho de otra forma: si pides un café con leche, pero el café es descafeinado, la leche es deslactosada y desnatada, y en vez de azúcar pides sacarina, ¿seguirá siendo un café con leche o has pedido otra cosa diferente?.


Comparte

Leave a Reply

Your email address will not be published.

Notificarme los nuevos comentarios por correo electrónico. Tambien puedes suscribirte sin comentar.

 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.