En la época pre Internet (hace unos quince años, tampoco hace tanto) cuando un usuario buscaba una empresa nueva para que le prestara un servicio o le vendiera un producto tenía, al menos en España, principalmente dos canales: el boca a boca y las páginas amarillas. El boca a boca tiene el elemento a favor de la fiabilidad, tu preguntabas a un conocido y ese conocido te daba uno o varios nombres de empresas y una valoración del servicio que le habían dado en esas empresas. Tu cerebro aplicaba entonces un peso a esa valoración (cómo de fiable era a su vez la persona que te había dado la información) y obtenías un baremo de la calidad de la empresa. El factor en contra de este canal es que normalmente tus contactos conocen un número muy limitado de empresas (si es que conocen alguna) y es muy extraño el caso en el que un mismo usuario conoce más de una empresa dedicada a un servicio concreto. Es decir, hay muy poca oferta.
Las páginas amarillas eran el extremo opuesto, el listado completo de empresas en España y sus datos de contacto. Todos los datos necesarios, pero ninguna manera de ordenarlos por calidad, precio o por la relación entre ambos. El único criterio es que si la empresa en cuestión había gastado más dinero en publicidad, su anuncio en páginas amarillas salía más grande. Internet ha cambiado este escenario, aunque no demasiado. Ahora no hay un único punto donde encontrar todas las empresas (matizaré esto), hay cientos de directorios de empresas diseminados por la red y que solo tienen un subconjunto de todas las empresas existentes. Algunos de esos directorios son copias digitales de las páginas amarillas, no aportan valor añadido (y si encima no tienen todas las empresas no tienen mucho valor realmente). Otros directorios incluyen un sistema de valoraciones y/o comentarios basados en criterios objetivos (precio medio en restaurantes, por ejemplo) o subjetivos (votaciones de los usuarios). Ahí retornamos al boca a boca digital en el que un usuario puede leer valoraciones de gente que no conoce (no sabe si son fiables sus opiniones) pero al menos el conjunto de usuarios que opina es muy grande.
Conclusión
No hay por tanto un sistema que incluya todas las empresas y un mecanismo de valoración. Sí existe, hasta cierto punto, la versión digital de las páginas amarillas: En el mundo los buscadores y en España Google por su cuota de mercado, que incluyen las referencias a todas las empresas (recuerda que cada vez más si no estás en Internet no existes), por tanto es la versión digital de las páginas amarillas. Si a este directorio pudiéramos añadirle una capa de valoraciones de usuarios tendríamos el sistema ideal. Suelto una idea a los programadores avispados (incluidos los de Google, inc.):
Incluir una capa por encima de los resultados de búsqueda que:
- filtre los resultados para incluir sólo empresas que ofertaran el servicio que he buscado
- muestre opiniones de los usuarios sobre esa empresa y/o yo pueda incluir mi comentario.
Ahora mismo no conozco nadie que haga eso pero sería una idea de negocio con mucho futuro.
PUBLI
solo de 15 años hay internet?como pudimos vivir sin el?
hoy en día no hay mas pretextos para no estar en la red, como empresa principalmente, el mundo la tecnología y la comunicación avanza cada segundo y no podemos quedarnos atrás!
saludos
http://bcncoolhunter.com
En realidad yo tuve mi primera web personal en el año 95, y Tim Berners-Lee publicó el primer documento sobre HTML (base de todas las webs existentes) en 1991. Aparte de prototipos y experimentos se puede decir que Internet como la conocemos ahora existe desde los primeros años 90, con lo cual tiene unos 20 años. Sin embargo la explosión de Internet y su apertura al gran público y al gran mercado es mucho más reciente. Por eso puse 15 años.
Muy buen artículo, yo también fui un early user en España. Antes se pagaba por teléfono y por conexión, que compartía con un amigo. Teníamos uno de esos ruidosos modems de 33k, porque el de 56 era carísimo…
Hola! Os dejamos nuestro directorio de empresas http://www.empresas2.com/