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Esta semana les quiero recomendar una película que estrenaron bastante tiempo atrás y que recientemente he podido ver. Les hablo de “Invictus”, una obra maestra del cineasta y actor Clint Eastwood. No la vi en el cine porque pensé que sería otra película de deportes más, aunque estaba equivocado.

Invictus es una película que habla de la épica del deporte como elemento cohesionador del grupo. Todas las naciones -todos los grupos humanos- requieren de la épica para conformar su espíritu de grupo. Necesitan de un héroe o grupo de héroes que represente los valores nacionales, que los una y que los empuje hacia la victoria final. Los ingleses tuvieron al Rey Arturo y sus caballeros, quienes unieron a todas las tribus para conformar su nación. Los españoles tuvimos a “El poema de mio Cid”. Los franceses tuvieron la “Canción de Roldán”, etc. Incluso naciones relativamente jóvenes como los norteamericanos veneran como héroes a sus padres fundadores.

Así me ha venido a la mente una breve reflexión sobre la épica y la necesidad del liderazgo inspirador, tema en torno al cual gira el film de Invictus. El liderazgo inspirador del premio Nobel de la Paz  Nelson Mandela, que pasó 30 años en prisión y tras llegar a la presidencia predicó el perdón con el ejemplo.

Nelson Mandela: ¿Cómo nos inspiramos para la grandeza cuando nadie más lo hará?. ¿Como inspirar a todos los demás?

Francoise Pienaar: Dando ejemplo.


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