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innovar-o-morirA menudo como directivos nos orientamos a ajustar, distribuir y reducir “gastos” de manera creciente, para generar utilidades, pero posiblemente sólo estemos jibarizando la empresa…

Tengo que admitirlo. Me gustan las empresas prósperas. Las que pueden ofrecer mejores retribuciones, más confort, oportunidades de desarrollo para todos. Y para que una empresa pueda brindar bienestar, sin tornarse deficitaria, sus gerentes DEBEN, obsesivamente, detectar, analizar, y poner en marcha nuevos negocios. No hay otro camino.

Cuando permanecemos en un negocio en el cual la rentabilidad baja, y el volumen de negocios también, sin reorientar nuestra actividad, estamos cometiendo un error grave. Que solemos cubrir con parches clásicos: reduciendo gastos, pagando peores salarios, manteniendo equipamiento obsoleto, exigiendo horarios absurdos, eludiendo obligaciones, o postergando su cumplimiento. Achicamos la empresa.

Una central telefónica nueva nos parecerá un derroche, por útil que sea. Porque la realidad es que todo nos resulta “caro”, en un micromundo cada vez más raquítico. Entramos así en una espiral de pobreza creciente, que podremos eludir (por un tiempo) a título personal, y con una perspectiva miope del mundo.

Pero que inevitablemente nos llevará a tener una empresa miserable, y a frustrar el futuro de decenas de personas (a veces durante años… estas agonías son prolongadas). Entretanto, los clientes reciben un servicio deplorable, atendidos por empleados incompetentes (porque sólo se nos quedarán los peores al cabo de un tiempo, y porque no invertimos en capacitación tampoco)… Una responsabilidad que no querría para mí.

Por eso creo que, como gerentes, no podemos cejar ni un minuto en explorar nuevos negocios, productos, servicios, con mayor complejidad… y por lo tanto, de mayor valor agregado. Y en esto una empresa es como un país: si sólo vendemos productos primarios, nos empobreceremos. ¿Por qué?, porque si hacemos un trabajo fácil, cualquiera puede competir con nosotros. Abunda la oferta por sobre la demanda, de lo que sea.

Personalmente prefiero llevar a la empresa a productos y servicios más complejos… que nos obliguen a un esfuerzo de aprendizaje de crecimiento y de desarrollo. Y cuanto más duro sea ese aprendizaje (toda innovación implica esfuerzo) mejor. Menos competidores podrán alcanzarnos… Ya sabemos que con menos competencia, mayores utilidades.

Arrastremos a la competencia a una altura en la cual ellos no hallen oxigeno. Y desarrollemos nuestros propios pulmones. Vayamos entonces hacia negocios más difíciles que nos obliguen a estudiar, a analizar , a ensayar. No les tengamos miedo. Y hagámoslo bien. Cuidando la caja de hoy, pero muy, muy alertas a no empequeñecernos poco a poco. Si es que nos importa algo, además de nosotros mismos, por supuesto.

Fuente: “¿Administrar riqueza o crear miseria?” – Demacorp –Manuel de Marino


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2 Responses to "Innovar o Morir"

  1. Rodrigo  14 diciembre 2010

    Tan cierto como dificil de materializar, como ya he dicho en FB

  2. Alberto López Correa  14 diciembre 2010

    Bueno, la creación o innovación pura es difícil de alcanzar, pero siempre hay un término medio =)

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